Las "Comunidades de Práctica y Aprendizaje" se pueden definir como "Conjunto de personas que comparten elementos que proporcionan una base para el aprendizaje y la colaboración en torno a un tipo de actividad profesional o laboral particular, por lo que el aprendizaje y colaboración son un objetivo en sí mismos, de manera que mientras resulte benéfico para sus propias prácticas profesionales los miembros de una comunidad pueden seguir participando en ella por varios años" (Ávila, Madrid y Echevarría, 2009).
Son muchos los autores, como (Bronfman, 2011), (Sanz, 2005) y (Wenger, 2001), los que comparten las principales características que reúnen las "Comunidades de Práctica/Aprendizaje":
- Se realiza una práctica común.
- Las comunidades no son independientes, si no que se incluyen en un contexto más amplio. Están influenciadas por el entorno, aunque en última instancia quien tiene poder directo sobre la producción es la propia comunidad.
- Existe un compromiso mutuo de sus miembros, que establecerán sus normas. En las comunidades no existe homogeneidad de sus miembros, si no que existe diversidad y esto enriquece a la comunidad.
- Existe un repertorio común en el que se recopila y organiza de manera progresiva todo lo que se crea.
Además de las características mencionadas, las Comunidades de Práctica/Aprendizaje, se pueden considerar, estructuras paralelas a la organización, apoyadas por la institución, que buscan la gestión del conocimiento a través del compromiso de sus miembros (Coll, Bustos & Engel, 2011).
La gestión del conocimiento, siempre ha estado muy presente en las organizaciones, pero muchas veces ha fallado lo más importante, la distribución del conocimiento. Existen muchos factores, por los que el conocimiento no llega a ser compartido: los trabajadores no quiere compartir sus mejores prácticas, por miedo a perder valía dentro de la empresa, y que no se les reconozca; no quieren utilizar ideas de otros por miedo a parecer ineficaces; compartir conocimiento resta tiempo de la práctica diaria. Para que se comparta conocimiento deben darse unas condiciones: confianza entre los miembros y sistemas de recompensas (Bronfman, 2011).
Las Comunidades de Práctica/Aprendizaje, crean el entorno perfecto para mejorar la gestión del conocimiento, y cuando se realizan en un entorno virtual, pueden contribuir a mejorar la gestión del conocimiento(Bronfman, 2011):
- Se identifica quién compartió información y en qué momento. El reconocimiento hacia la persona que compartió esa información, se puede convertir en una recompensa suficiente
- La información registrada a través de la práctica de la comunidad, se transforma en conocimiento explícito, siendo útil para todos los miembros.
- Una Comunidad de práctica amigable e intuitiva, facilitará el registro de información que permitirá al usuario su uso.
- Los directorios dentro de la Comunidad, facilitarán la confianza entre los miembros de la comunidad, pudiendo identificar a todos los participantes. A través de la práctica, se establecerán lazos entre los miembros, que podrían incluso propiciar, otras comunidades derivadas.
Estas condiciones, propiciarán que los miembros de la organización acepten a crear y compartir conocimiento, repercutiendo en beneficio propio y de la organización.
Bibliografía
Ávila Meléndez, L., Madrid, A., & Echeverría González, M. D. R. (2009). Construcción de comunidades virtuales para la investigación.Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento(RUSC).Vol.6,n.º1.UOC.Recuperado en http://hdl.handle.net/10609/3227
Bronfman, S. V. (2011). Comunidades de práctica. Vol. 47, 51-68. Recuperado en http://www.raco.cat/index.php/educar/article/viewArticle/244622/0
Coll, C., Bustos, A., &Engel, A. (2011). Perfiles de participación y presencia docente distribuida en redes asíncronas de aprendizaje: la articulación del análisis estructural y de contenido. Revista de Educación, 354, 657-688. Recuperado en: http://www.psyed.edu.es/prodGrintie/articulos/CC_AB_AE_PerfilesParticipacionPresenciaDocente.pdf
Sanz, S. (2005). Comunidades de práctica virtuales: acceso y uso de contenidos. Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento, 2(2), 26-35.
Wenger, E. (2001). Comunidades de práctica: aprendizaje, significado e identidad. Barcelona: Paidós.